lunes, 10 de agosto de 2009

SWEET SWEETBACK'S BAADASSSSSS SONG

Director:Melvin Van Peebles
Año y País: 1971 - E.U.A.
Duración: 97 min.
Protagonistas: Simon Chuckster, Melvin Van Peebles, Hubert Scales, John Dullaghan, West Gale, Niva Rochelle, Rhetta Hughes, Nick Ferrari, Ed Rue, Lavelle Roby, Mario Van Peebles




Considerada la primera película Blaxplotation Sweet Sweetback’s Baadassssss song, es una película totalmente irreverente, que cumple con su cometido de arremeter contra cualquier tópico y tapujo del cine de ese entonces. Sólo para darnos una idea mencionaré algunos; escena de sexo entre un niño y una prostituta que bien podría ser su madre, escenas de sexo interracial (que por entonces era considerada la herejía más osada), planos de genitales masculinos (que a la fecha sigue siendo un tabú difícilmente transgredido), escenas de un hombre defecando (con todo y sonidos flatulentos), un hombre tratándose una herida infecta con el lodo de su propia orina, además de tener una dieta a base de lagartijas, etc.

Pero lo importante del film no radica en esto, ya que si analizamos formalmente su resultado es fallido; pésimas iluminaciones, planos con un movimiento casi insoportable, pérfida edición, sonido sucio, actuaciones que no convencen, diálogos forzados, entre otros. No, el mayor irrespeto es ideológico y político, y por ello se justifican muchos de estos “errores” formales, ya que todo es parte de todo un complot bien orquestado.

En un solo film vemos tanto denuncias como reivindicaciones, actitudes serviles y avasalladas como atrevidas, dignificantes y sobre todo rebeldes. No llega a convertirse en un panfleto, porque no está clara la alusión a movimiento político alguno (si bien es cierto recibió el beneplácito de la comunidad y de las Panteras negras, movimiento radical pro lucha de la igualdad de derechos de los afroamericanos) y porque la mayoría de los casos de abusos expuestos son extraídos de una cruda realidad, la que viven cada día no sólo los afro ascendientes, sino todos aquellos marginales, todos aquellos a los que Van Peebles dedica la película: “Dedicado para todos los hermanos y hermanas que tuvieron suficiente del Jefe”.


El Jefe de todo esto

Sweetback es un flete, un puto, o para ser más respetuoso un trabajador sexual, bien dotado y que goza la fama de satisfacer el apetito de cualquier fémina, por más exigente que esta sea. Pero es ante todo un hombre de acción, un héroe de pocas palabras (las pocas que dice son para comunicar lo que va hacer) y que tiene las cosas claras, en cuestión de oprimidos y opresores, aún antes de presenciar el abuso a un joven hermano, a manos de la “servicial” fuerza policiaca, ante lo cual interviene atacando y asesinando a los agentes.

De lo que no es consciente es de lo que este hecho produce en toda la comunidad, pues a raíz de esa acción se desata una ola de violencia; por una parte se incrementa el abuso policial contra los afro ascendientes, y por otra se adquiere valor contra el opresor, respondiendo con fuego al incesante infierno que le hace vivir el hombre blanco. Sweetback se convierte en una símbolo, una fuerza motivadora y conforme avanza la película se convierte en un mito, una imagen presente en la conciencia colectiva y los labios de los bajos fondos.


“El Jefe” (The man) es la representación impersonal de la fuerza opresora, está presente, tratando de mantener el Stablishment, conteniendo el cambio social y la igualdad de derechos. En la película muestra su estructura a tercer nivel; en la policía, la prensa y las personas influenciadas por su lógica, su orden y su modo de hacer las cosas. Lo vemos desde el arresto de Sweetback al inicio del film, quien es apresado sólo porque “se necesitaba un sospechoso”. Lo vemos presente también en el tráfico de drogas, la delincuencia y las mafias, compuestas por hermanos que se quejan del cambio que está desatando Sweetback (“salvas a un hermano, haciendo sufrir a varios”).

La huida de Sweetback es una referencia a la época en la que los esclavos debían escapar cruzando valles desérticos, pequeños arroyos y estados para obtener por fin la libertad. Esto se va acentuando mezclando canciones de work song (canciones cantadas a capella por esclavos) con canciones Funk, compuestas por el mismo Van Peebles y por Earth, Wind & Fire.

La película no tuvo espacios de exhibición, salvo los cine porno (fue clasificada como pornográfica, aunque sólo hay escenas de softcore) adquiriendo su fama poco a poco hasta alcanzar su categoría de film de culto y enfrentando a todos los sindicatos del medio cinematográfico. Mario Van Peebles, el hijo de Melvin, dirigió el 2003 una película sobre los pormenores de la producción de la película de su padre, titulada Baadasssss, y que tuvo una tibia recepción de público y crítica.

Si alguna moraleja nos deja la historia de Sweetback no creo que este claramente en la película, o mejor dicho, no propiamente en la película, sino en que haya conseguido hacerla con todo en contra, y que se haya enfrentado abiertamente a un tan sistema excluyente como el de Hollywood. Esta enseñanza es una aliciente a cualquier aspirante a cineasta que actualmente goza de las bondades de la tecnología digital y el abaratamiento de costos de producción, así como en la independencia de su temática, por más controversial que esta sea.

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