jueves, 24 de diciembre de 2009

Reseña de la 1º Muestra de cine limeño 2009

Les presentamos una reseña de la 1º muestra de cine limeño 2009, escrita por el profesor Alberto Sotelo:

Una interesante iniciativa en un año de vacas flacas. Normalmente se cree que el cine peruano está regido en su mayoría por los patrones estéticos limeños, los cuales en las últimas décadas están marcados por las repercusiones de los fenómenos sociales, tales como la migración andina a la capital, el terrorismo, y la marginalidad en diversos aspectos de la vida metropolitana. Pero la constante y pujante producción al interior del país, modifica esa visión centralista. Paradójicamente, es el cine de provincias el que mejor se ha adaptado a una realidad global cambiante, en referencia al cine, la de la producción en formatos digitales y video. Menciono esto porque, tal vez sea el caso que la influencia esta vez venga del interior, y no me refiero a la mal llamada "cultura chicha".

Los jóvenes directores que exhibieron sus producciones en la 1º muestra de cine limeño han cambiado mi forma de entender, hasta ahora, el cine peruano. Ellos no explotan el caos de la informalidad limeña, ni su bizarra vida nocturna, o la versátil comicidad popular, y tampoco los variopintos personajes que agoran la ciudad. Han apostado por la Lima personal, la que viven o interpretan ellos. Sus propuestas , artísticas y arriesgadas, sin llegar a ser frescas, pero totalmente necesarias en el oásis del cine capitalino.

Eduardo Quispe presentó los largometrajes "1" y "2". Y ya desde los títulos estaba siendo provocador. A esto, el jóven director mencionó que el título es un indicador que no considera necesario, pues él no está planteando una historia encerrada en una trama o al tratamiento de un tema. "1" es una película que juega al documental casero. El planteamiento es aparentemente sencillo, pero muy interesante; son tres versiones diferentes de un mismo momento entre una pareja de jóvenes que intentan cortejarse, viendo frustradas todas sus aspiraciones por diversos motivos. Está grabada sin artilugios, con pocos recursos, tanto narrativos como estructurales; con muchas renuncias en lo técnico, y bastantes denuncias en lo formal. Podría decir que es una película que hace todo lo que está a su alcance para ser transgresora; Eduardo Quispe es un perfeccionista de la imperfección. Su evidente falta de apegarse a lo establecido, lo aceptable, a las convenciones de producción hacen que su rebeldía sea simpática, o antipática, dependiendo desde que posición se vea.

El hiperrealismo de la película se acentúa cuando los personajes hablan, tartamudean, desarticulan y desvarían. Si bien la base de la película son los diálogos (los cuales son destacados si se considera que no se ha escrito guión), uno no puede evitar sentir la ciudad pesando en sus ojos, sus gestos, y en ese marco sonoro, que desespera por momentos, lleno de sonidos sucios; pregones, bocinazos, frenadas y silbatos. Uno se va preparando a lo que se viene cuando de pronto el silente y contemplativo inicio se ve irrumpido por el ruido de un avión. Hay cinco personajes en "1", dos de ellos presenciales y tres implícitos: "Él" y "Ella" (los personajes tampoco tienen nombres), a ellos se suma la ex pareja de "Ella", presente a través del teléfono móvil al que no deja de estar pendiente, el cuarto, la ciudad, que representa el espacio de desarrollo donde los personajes (no) se ubican (todas las situaciones terminan en el enorme edificio del centro cívico, representando lo inalcanzable), y el quinto no es otro que la mismísima mala suerte, arriesgándome a considerarla como la verdadera protagonista de la película.

En"2", el director decide abrir los planos, mostrar esta vez sí de forma explícita la ciudad. Pero para mi grata sorpresa no se trata de una vista turística, ni mucho menos con influencias de "realismo social". Quispe utiliza la ciudad como metáfora, realiza una relectura de espacios como el río Rimac, el cerro San Cristobal y sus faldas adornadas de casitas color pastel, así como algunos detalles de las calles limeñas y su gente, para poder representar la situación interna de los dos protagonistas, cada uno viviendo la soledad desde su lugar a ambos extremos sociales de la ciudad. En "2" no hay una prédica o propaganda, ni hay panfletos socialistas, y sin embargo, es destacable la sutileza con la que trata la diferencia socio-económica y la igualdad de condiciones emocionales. Ambos personajes viven solos y en soledad, incapaces de adaptarse o socializar en un medio aparentemente hostil para su inusitada sensibilidad. Esto se representa a través de las imágenes de palomas y gallinazos; es decir, en la ciudad o eres gavilán o paloma.


Rafael Arévalo es un director friki, apelativo que de buena gana aceptaría. Ha creado un mundo donde los limeños se comunican por telepatía (interesante y creativa solución para evitar problemas con el sonido, ya que fue grabada con una cámara casera), en una ciudad gris, casi vacía e indiferente. Su propuesta es la exploración de la naturaleza humana a través de un grupo de "Alienados", unos jóvenes fanáticos de los ovnis que han asumido la identidad de un astro, según su personalidad. Hay muchas referencias al cine b, los hombres de negro, las persecusiones, las agrupaciones clandestinas, incluso, el mismo director hace 2 papeles diferentes en la película. A esto se suma la frescura de un relato no lineal; intrincado, entrecortado, bastante original, y exigente, al que hay que prestarle bastante atención; es una película difícil de ver en el buen sentido de la palabra. Sólo como guión la película ya consiguió un buen logro. La fotografía ha sido acertada, casi toda la película usa una clave baja (se utilizó blanco y negro como solución al problema del registro), que por momentos hace guiños a Eraserhead y Caligari, destaca la escena grabada en la Costa Verde. La banda sonora es igual de extraña, la canción final del grupo Boomerang es sencillamente genial. El director mencionó que hizo una película que sus profesores de comunicación odiaran, y no sé hasta que punto lo consiguió, ya que ha abofeteado la convencional manera de hacer un largometraje del sub género de ciencia ficción experimental. Es una película que está hecha para ser de culto.

Por su parte, Fernando Montenegro se acomoda muy bien en el cine de género. El suspense de su película "Encierro" es bastante inusual y original, además de ser efectivo. A esto, se suma el hecho de que no existe un director peruano en ese género, ya que las Jarjachas, Pistakos, Tunches y demás son más cómicos que terroríficos, y encajan mejor como parte de una imaginería costumbrista, por lo que la propuesta de Fernando se vuelve más arriesgada. En la película, Dafne es una escritora sin mucho exito comercial que decide conseguir una foto de un fantasma real para usarla como portada de su novela, una estrategia de marketing sugerida por su editor . Se puede notar una posible autoreferencia entre el director y su protagonista, que usan el género del terror para llamar la atención, pero que proponen un tratamiento artístico, y una autoexigencia que connota vocación, pasión y disciplina. La estética es bastante lograda para el mínimo presupuesto que manejó la película, se utiliza blanco y negro y color, según lo requiera la historia. Cada personaje posee un color característico, que lo describe y representa. Muy buena la fotografía (la película fue grabada en HD), saturando los verdes y rojos de las escenas en el campo. El aspecto literario de la historia marca su narración, haciéndose por momentos poética y hasta lírica. El ritmo del relato no deja un espacio en blanco, pues, si quitáramos lo fantasmal, esta no dejaría de ser una interesante mirada al proceso creativo de un artista; su necesidad expresiva, su búsqueda de la "obra perfecta", además de la frustración por no resaltar, y su decisión de hacer lo que haga falta para salir a la luz. Destacable es la escena en el hospital abandonado, con esa camilla de ginecólogo y esos aparatos que duelen de sólo verlos.

En resumen, podría decir que la generación Youtube ya tiene sus representantes en el país, lo cual es gratificante, considerando que ninguno ha recibido un centavo del estado o alguna productora, de esas que andan por ahí. Se merece hacer seguimiento a estos jóvenes directores, y que no nos sorprenda que de pronto empiecen a dar que hablar en el exterior, pues se sabe bien que en nuestro país encaja de maravilla la frase "no hay profeta en su propia tierra".

Alberto Sotelo
Comunicador.

1 comentario:

  1. Esto, el grupo Boomerang no hizo la canción de cierre de la película Alienados, la hizo Tilsa (con Mar).
    Sedna.

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