miércoles, 16 de noviembre de 2011

EL CINE INDEPENDIENTE SEGÚN JOHN CASSAVETTES




No realizaré jamás un film comercial. No se puede pasar a la gente para que se interese en cualquier cosa. Es malsano, insalubre. Si puedo haré films con no profesionales, gente que pueda permitirse soñar con una recompensa importante diferente a la monetaria, gente con un deseo frenético de participar en un juego creativo sin saber exactamente de qué se trata. Lo que exijo a un equipo, es que brinden tanto amor al film, a la historia, a los actores y tanta inventividad y audacia como les sea humanamente posible. Es lo que he logrado con Shadows y con Faces; gente que no tenía ninguna experiencia técnica se ha abocado, cámara en mano, a ocuparse de los muebles, a participar en las discusiones sobre la escena, en suma a funcionar como un verdadero equipo de cine para el film.


Es este tipo de espíritu el que falta en el cine comercial donde los síndicos quieren controlar la marcha pensando en la próxima inversión, y aceptan la vida marchita que la sociedad organizada les ha reservado... La mitad de los problemas que los cineastas deben afrontar, es que se ven forzados no solamente a adaptarse a los actores, sino también a los técnicos, a la oficina de producción, y a los problemas financieros; en resumen, nunca les queda el tiempo preciso para dedicarlo a los problemas más importantes: a saber, ¿qué es aquello que ellos quieren decir a b>todo precio?


Extraído del libro "John Cassavettes, por el mismo".

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